La semana pasa hablamos de algunos casos reales de primeras sesiones de coaching, o más bien de la preparación o de qué haríamos en esas primeras sesiones. Pues hoy toca resolver algunas dudas y contestar a las preguntas con las que terminábamos uno de los casos. Así que vamos allá con esa siguiente fase de nuestras prácticas de coaching.
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Transcripción del episodio completo:
Primera sesión de Susana
Muy buenos días! Bienvenidas y bienvenidos a Coaching De Músicos
… el podcast en el que hablamos sobre conceptos, hábitos, técnicas, estrategias, conductas, habilidades y competencias del coaching pero enfocadas esta vez a la enseñanza musical y la vida del músico en general.
Porque sí, ¡los músicos también tenemos vida! Y aunque a veces se nos olvide, detrás de cada instrumento hay una persona! Así que vamos a dedicar un poco de tiempo cada día a hablar de esa persona, a hablar de ti: de tus necesidades, aspiraciones, deseos, ambiciones, valores, creencias, miedos, frustraciones… y todo lo que esté en nuestra mano. ¡Esto es Coaching De Músicos!
Episodio 115 del viernes 8 de febrero de 2019. La semana pasada hablamos de algunos casos reales de primeras sesiones de coaching, o más bien de la preparación o de qué haríamos en esas primeras sesiones. Pues hoy toca resolver algunas dudas y contestar a las preguntas con las que terminábamos uno de los casos. Así que vamos allá con esa siguiente fase de nuestras prácticas de coaching.
Pero antes, dejadme que os recuerde que toda la información, el podcast, el blog, las sesiones, los cursos online y todo lo que necesitéis, lo podéis encontrar en CoachingDeMúsicos.com.
Como estamos diciendo todos esto días, pronto tendremos los cursos terminados y empezaremos a plantearnos el siguiente. Hoy os cuento además que me ha llegado un sugerencia para que el próximo curso tenga que ver con hablar en público, presentaciones o algo relacionado con eso. Ya sabéis que elegiréis vosotras y vosotros, así que ya me diréis.
Bueno, ¿qué tal estáis? Y ¿qué tal han ido estos días en los que algunos y algunas habéis hecho esas prácticas de coaching de las que hablábamos en los últimos episodios de los viernes?
Yo tengo que decir que esta semana la acabo especialmente cargado de energía. Mira que he hecho cosas, pero muchas de ellas muy positivas. Y por fin he tenido tiempo de recuperar algunas cosas que tenía atrasadas (porque sí, también se me quedan cosas atrasadas) y tiempo para hacer bien mis planes y poder cumplir con ellos, que era algo que en las últimas semanas me estaba llevando un poco de cabeza, se me acumulaba mucho trabajo y muchas cosas que hacer…
En fin, aquí estamos un viernes más y esta vez para poner ya soluciones reales o comentarios reales a uno de los casos que vimos en el episodio del viernes pasado sobre las primeras sesiones reales.
Nuestros casos de la semana pasada
Si recordáis, teníamos los casos de Susana y de Manuel, que habían contactado con algunas dudas, algunos problemas o algunas situaciones con las que no estaban cómodos. Cuando he empezado a plantear este episodio, me he dado cuenta de que explicar uno de ellos ya iba a ocupar prácticamente todo el tiempo, con lo que finalmente dividiremos esto entre este episodio y el de la semana que viene. Así hoy nos centramos en Susana y su agobio y la semana que viene en Manuel y su desmotivación, ¿os parece?
CASO DE ESTUDIO 1: Susana
En el caso de Susana: se trataba de esa trompista de 22 años que vive en Holanda y que estaba muy agobiada con todas las cosas que tenía que hacer, además de su trabajo para poder sobrevivir allí.
Y os hacía preguntas del tipo:
- ¿Por dónde empezamos? ¿Esos primeros pasos para contactar?
- ¿Cómo establecer ese clima de confianza?
- Averiguamos y manejamos expectativas
- Y qué pretendíamos en este caso concreto
He recibido algunos mensajes (cosa que ya sabéis que agradezco muchísimo, y sobre todo esta semana con el poco tiempo que os he dejado entre un episodio y otro) y muchos con ideas claras y muy cercanas a la mía.
Os cuento lo que hicimos en este caso.
Concretar una cita
Para empezar, evidentemente teníamos que concretar una cita (como os dije en el episodio de ayer yo utilizo Calendly para esto). Así que la idea era enviar un mail de respuesta, intentando parecer cercano pero a la vez lo más breve posible.
Pensad que estamos hablando de una persona que se siente agobiada por falta de tiempo. Aquí un mail largo, con mucha explicación, podría contribuir a esa sensación de tener que emplear mucho tiempo solo para leerlo. Sabéis esa sensación de abrir un mail enorme y pensar «puf, qué largo, con el lío que tengo». Y no queremos que Susana asocie esa sensación de agobio a nuestra conversación. Como veis todo empieza desde el primer contacto.
En esto caso 3 o 4 frases que hagan ver que entendemos a Susana, que podemos trabajar en ello y tenemos varias ideas que nos gustaría tratar con ella a ver qué le parecen, la propuesta de una primera cita para hablar del caso y el Calendly con las opciones de horarios. Esto ya sería suficiente (y es lo que envié).
Inicio de la primera sesión
Una vez ya en la sesión (esa primera sesión de acercamiento y valoración), siempre viene bien un poco de charla para romper el hielo. En este caso, Susana vive en Holanda y da la casualidad de que mi hermano vivió y trabajó en Holanda mucho tiempo, también en un restaurante como ella, y fui a visitarlo varias veces justo a su misma ciudad, con lo que seguro que tenemos lugares en común o alguna anécdota. Conozco el conservatorio también… en fin, varias cosas de las que hablar.
Aquí no es que hay que inventarse cosas para intentar caer bien o conectar. Pero en realidad siempre hay alguna cosa en común que podamos comentar, siendo músicos seguro que conocemos alguien o algún lugar, o hemos viajado al país o a la ciudad, o nos hubiera gustado ir a estudiar allí o a un sitio similar pero después cambiamos de opinión, cualquier cosa… y siempre ayuda a establecer una conversación un poco más cercana al principio e incluso a tener algo más de sintonía.
Y una vez metidos en materia, como sabéis está la fase de manejar las expectativas del cliente. En este caso se trató de algunas preguntas del tipo: «ahora hablaremos más en detalle de tu situación y todas las cosas que me comentaste en el mail, pero antes de eso, ¿qué crees que puede mejorar de todo ello?». En este caso (y pasa a menudo), si la respuesta no es muy clara, hay otra forma de plantearlo y llegar un poco más allá que sería preguntando: «si cierras los ojos y piensas cómo te ves y cómo quieres sentirte cuando acabemos con estas sesiones, ¿qué ves en esa imagen?». En el fondo no deja de ser lo que la persona pretende de las sesiones, pero planteado como objetivo (un poco vago, pero objetivo al fin y al cabo), o como visión.
Susana claramente sabía que quería verse en una situación en la que pudiera trabajar en sus proyectos, avanzar en ellos, pero tener una parte del día para relajarse un poco, salir o leer, por ejemplo. Y cuando estudiara, quería estudiar con calma, no apurada por los compromisos y por el tiempo.
Bueno, expectativas ambiciosas. En este caso, para mí era importante intentar mantener el ánimo y las ganas de mejorar la situación, pero a la vez hacer ver que no siempre todo es tan fácil y que no hay soluciones rápidas y milagrosas. Y más o menos el comentario fue algo como: «muy bien! Esta guay que tengas tan claro lo que quieres, esto no es lo más habitual y en tu caso lo dices con mucha seguridad, eso es fantástico! Creo que si conseguimos esto, o al menos ir en esa dirección, ya vas a ganar mucho en calidad de vida y en tranquilidad. Pero sí que es importante que tengas en cuenta que no siempre es fácil. Vamos a analizar bien todos tus proyectos, tu tiempo y tu organización, pero quizás habrá algo a lo que tengamos que renunciar, o dejar para más adelante. ¿Lo has pensado?»
Afortunadamente, Susana ya empezaba a mostrar cierto compromiso con el proceso (aunque aún no hubiéramos llegado a esa fase), así que todo iba bien encaminado para empezar a exponer la situación.
Llegados a este punto, si repasamos el plan, ya tenemos algo de conexión con Susana, tenemos cosas en común, hay confianza para hablar de lo que nos preocupa y las ideas que tenemos. También sabemos qué es lo que pretende Susana con estas sesiones, e incluso sabemos que es consciente de que puede que tenga que trabajar o sacrificar cosas, y está dispuesta.
Así que empezamos a hablar de la situación en concreto. Esa exposición de la persona de toda la situación. Aquí es muy importante dar tiempo a la persona a explicarse. Aunque a veces no fluya mucho la explicación, haya algunas dudas y tengamos la tentación de intervenir para acabar las frases o dar algún consejo rápido, o simplemente hacer ver que estamos entendiendo, a mí me gusta dejar que haya incluso silencios, que la propia persona tenga que buscar las palabras, las frases o la forma de explicar.
Tened en cuenta que posiblemente sea la primera vez que está contando con tanto detalle toda la situación, con lo que nos interesa que busque las palabras, que piense, que sea lo más consciente posible de la situación y de cómo lo interpreta. Solo esto ya va a ayudar a ajustarlo un poco más a la realidad y que no sea solo una sensación (que podría no ajustarse a esa realidad).
Exposición de Susana de la situación
No os cuento todo con muchísimo detalle, pero básicamente se trata de eso:
Susana estudia bastante, tiene varias pruebas de orquesta joven que quiere hacer, a nivel europeo. Y además tiene que hacer su concierto de final de curso.
Además de eso, toca en un ensemble que ella misma montó y coordina, con el que le gustaría dar un paso más allá y empezar a tocar más conciertos y posiblemente grabar un cd.
Tiene su trabajo, el de los fines de en el restaurante, que a veces incluso le piden ir algún jueves por la tarde.
Colabora con un quinteto de viento, que no coordina ella, en el que simplemente toca porque les faltaba trompa y se lo propusieron (y no quiso decir que no).
Además (y aquí es donde me ganó) está haciendo su propia página web del ensemble, aunque le cuesta bastante porque no tiene mucha idea de desarrollo web.
Y por último organiza un curso de verano en su ciudad en España, que es un curso de todos los instrumentos de metal. Ella lo empezó con una amiga, pero ahora lo coordina ella sola.
Realidad
Como veis, Susana no solo tenía la sensación de tener muchas cosas y de estar agobiada, sino que efectivamente son muchas cosas las que está llevando paralelamente. Llevar muchos proyectos a la vez no tiene por qué ser malo de por sí, pero la sensación de no llegar a ellos y de estar siempre saturadísima de trabajo sí lo es, normalmente suele llevar a menos eficacia y que cada vez la sensación aumente, con lo que efectivamente, parece que hay mucho que trabajar aquí (esto ya es valoración mía).
El problema más acuciante
En este momento, podemos empezar a plantearnos y a comentar con Susana cuál es el problema más acuciante. Hasta ahora no teníais muchos datos, pero alguien me ha enviado un comentario que iba en la dirección de «posiblemente tiene demasiadas cosas a la vez y ella misma se exige llevarlas todas ella misma».
Desde luego el no poder tener tiempo para relajarse, descansar o hacer algo que le distraiga es a la vez un problema, una causa y una consecuencia, con lo que será uno de los objetivos primeros. Pero hay que tomar muchas decisiones para que eso empiece a notarse.
Diseñar estrategia, cuestiones prácticas y compromiso
Así que llega el momento de comentar con Susana qué primeras medidas podríamos tomar, aclarar cuándo nos veremos de nuevo (esas cuestiones prácticas que si la persona quiere continuar con las sesiones hay que aclarar) y establecer un compromiso.
Deberes para la próxima sesión
Y una vez aclarado esto, como sabéis, en lugar de dar las respuestas para empezar a trabajar en ellas, siempre prefiero hacer algunas preguntas más que poco a poco vayan llevando a la persona hacia sus propias respuestas.
Así que en esta primera sesión con Susana, le dejo como «deberes» (entre comillas) responder por escrito a estas preguntas:
- ¿Cuáles de todas estas cosas que me has contado son verdaderamente proyectos?
- ¿Cuáles son las habilidades clave que necesitas desarrollar para llevar a cabo esos proyectos?
- ¿Qué proyectos son prioritarios para ti?
- No solo en los proyectos sino en tu vida ¿qué es lo más importante o prioritario?
- ¿Llevas a cabo todos los proyectos sola?
- ¿Quieres seguir llevándolos sola?
Son algunas cosas en las que pensar antes de la segunda sesión en la que empezaremos a dar juntos una respuesta a todo esto y a buscar ya la estrategia y el plan de acción para avanzar en el proceso.
Pero por hoy esta primera sesión con Susana se acaba, así que nos despedimos.
Igual que me despido yo de vosotras y de vosotros no sin antes recordaros que “todo esto solo tendrá sentido si es exactamente lo que vosotras y vosotros queréis”.
Así que espero vuestros comentarios, ya sea en Facebook, en las reseñas de iTunes, en los comentarios de iVoox o directamente en coachingdemusicos.com/contactar.
Si os ha gustado este episodio que busca ser un poco más práctico el próximo viernes hacemos una de estas dos cosas: avanzamos con el caso de Susana o pasamos a ver la primera sesión de Manuel. Lo que vosotras y vosotros me digáis, ¿vale?
Espero que este finde descanséis y volvemos el lunes con un nuevo episodio de consejos prácticos o cosas a tener en cuenta, a partir de las 7:11 de la mañana.
Y hasta entonces, ¡MUY BUEN FIN DE SEMANA!