Hacemos otra de nuestras reflexiones sobre temas que nos afectan en nuestro día a día. En concreto hoy hablamos sobre el fracaso. Aprender a fracasar, aprender a perder. Las diferentes opciones que tenemos cuando algo no sale exactamente como teníamos planeado y cómo aprender de ello.
Enlaces y notas del episodio
- Episodio número 11.Hacer pruebas, ¡muchas pruebas!
- Página de podcasts
- Página del blog
- Todos los cursos
- Registro gratis en fase beta durante el mes de septiembre
- Formulario de contacto para feedback
- Facebook de Coaching De Músicos
Transcripción del episodio completo:
Aprender a perder
¡Muy buenos días! Bienvenidas y bienvenidos a Coaching De Músicos…
… el podcast en el que hablamos sobre conceptos, hábitos, técnicas, estrategias, conductas, habilidades y competencias del coaching pero aplicadas esta vez a la enseñanza musical y la vida del músico en general.
Porque sí, ya lo sabéis, ¡los músicos tenemos vida también! Y aunque a veces se nos olvide, detrás de cada instrumento hay una persona! Así que hoy vamos a dedicar un poco de tiempo cada día a hablar de esa persona, a hablar de ti: de tus necesidades, aspiraciones, deseos, ambiciones, valores, creencias, miedos, frustraciones… y todo lo que esté en nuestra mano.
¡Esto es Coaching De Músicos!
¡Hoy es miércoles!, 19 de septiembre de 2018, episodio número 13. Así que hacemos otra de nuestras reflexiones sobre temas que nos afectan en nuestro día a día. En concreto hoy hablamos sobre el fracaso. Aprender a fracasar, aprender a perder. Las diferentes opciones que tenemos cuando algo no sale exactamente como teníamos planeado y cómo aprender de ello.
Pero antes, dejadme que os recuerde que toda la información, el podcast, el blog, las sesiones, los cursos online y todo lo que necesitéis, lo podéis encontrar en CoachingDeMúsicos.com.
Recordad también que durante el mes de septiembre podéis registraros gratis, probar toda la web y visualizar los cursos que hay por el momento. Y si algo no funciona como os gustaría, simplemente escribidme y lo arreglaremos.
Y ya sabéis que para todos y todas las que os registreis en esta fase beta, vuestro precio será de 1€/mes para siempre. Sin permanencia ni explicaciones, ¡así de fácil!
“Fracaso”, esa palabra tan destructiva, ¿verdad? ¿Sabéis lo que significa exactamente según la RAE? Algunas de sus acepciones son:
- “Malogro, resultado adverso de una empresa o negocio”.
- “Caída o ruina de algo con estrépito y rompimiento”.
- Y la que más me gusta: “Suceso lastimoso, inopinado y funesto”.
Conociendo estas definiciones, ¿puede haber una palabra peor para designar lo que ocurre en una audición con todas aquellas personas que no son la que ha sido seleccionada? ¿No creéis que a veces utilizamos esta palabra con demasiada alegría?
Y aunque no la digamos, el trasfondo que hay detrás de muchos comentarios, actitudes y comportamientos es ese, el de que “hemos cosechado un nuevo fracaso”.
El lunes decíamos precisamente esto. Cuando hablábamos en el episocio 11 de hacer muchas pruebas, decíamos también que hay una creencia muy extendida de que si haces una prueba y eres seleccionado, entonces “has ganado” esa prueba o esa plaza. Y el mismo proceso mental que te lleva a decir “he ganado” te lleva inevitablemente a pensar lo contrario, porque si no ganas, “pierdes”, ¿no?. En todo caso, cosechas un “resultado adverso, un suceso lastimoso”. Osea como dice la RAE: “fracasas”.
¿Qué es lo peor de esto? Que perder da miedo. Fracasar da miedo. Y ante ese miedo, la respuesta más natural es resistirse. Porque nadie quiere fracasar y nadie quiere perder.
Bueno, esto es normal en el fondo, el miedo es una respuesta natural. Pero lo más curioso es que decimos “perder” como si ya tuviéramos algo y estuviera en juego! ¿Sabéis por qué? Por la “anticipación” que los seres humanos somos capaces de hacer ante las situaciones. Somos capaces de anticipar la pérdida y percibirla como real. Osea, somos capaces de ponernos en la situación en la que ya tenemos algo, y luego pensar que lo hemos perdido, cuando en realidad nunca lo tuvimos. La pérdida no se produce en realidad.
Esto pasa en pruebas, audiciones, exámenes. Asumimos, por ejemplo en una audición de una orquesta, que por medio de esa audición conseguiremos un trabajo. Y automáticamente nos entra el miedo a perder ese trabajo (que aún no tenemos). Y por eso pensamos que en la audición debemos “demostrar” que somos merecedores de ese trabajo para que no nos lo quiten.
O en un examen, asumimos que hemos conseguido una buena evaluación, y luego sentimos que tenemos que demostrar que somos dignos de esa buena evaluación para que no nos la quiten.
Y por eso utilizamos la palabra “perder” o “fracasar” si el resultado no es el esperado.
Este es el famoso miedo al fracaso. De hecho la anticipación es uno de los factores que condicionan en el miedo al fracaso. Primero hacemos una interpretación de la situación. Luego anticipamos las posibles consecuencias. Y por último valoramos y juzgamos a partir del resultado y de esas consecuencias que hemos anticipado. En realidad el miedo es “a la posibilidad de perder algo y a cómo nos sentiremos o seremos vistos cuando lo perdamos” (cuando perdamos algo que no tenemos, por supuesto). Y ahí llega el estrés, la ansiedad, el vértigo… y todas esas emociones que “tanto nos ayudan a tocar muy bien”, ¿verdad?
Y al revés. ¿Os ha pasado alguna vez que vais a una prueba y no estáis realmente preparados o ni siquiera pretendéis conseguir el puesto, y estáis mucho más tranquilos? La presión es mucho menor, menos nervios… Y se da la paradoja de que tocáis mejor, porque no sentís la presión o el miedo a perder nada.
Si queréis un día hablamos a fondo sobre el miedo al fracaso, y de hecho… me estoy apuntando hacer un artículo en el blog que hable de esto.
Pero hoy quiero profundizar y reflexionar sobre la otra palabra: “perder”. Y como dice el título de este episodio: “aprender a perder”.
Se me ocurrió hablaros de esto el otro día leyendo un artículo sobre la Dra. Elisabeth Kubler-Ross. Fue una doctora suizo-estadounidense especializada en entender el comportamiento humano ante situaciones de pérdida.
También escribió un libro bastante famoso llamado “La Rueda de la Vida”, en el que hablaba en realidad de la muerte y de la aceptación o no de la pérdida de seres queridos. Pero en general estudió mucho el comportamiento ante la pérdida, ya sea esta pérdida real o hipotética, como decíamos.
Lo que afirma esta doctora es que ante la pérdida o la posibilidad de pérdida, hay una serie de reacciones estandarizadas, y que además éstas reacciones pueden secuenciarse en una serie de etapas. Incluso podemos ir pasando de una a otra etapa cumpliendo con la lista completa. Estas reacciones son:
- El schock y la negación. Habéis escuchado alguna vez a algún compañero o compañera paralizada y diciendo frases como “esto no puede estar pasando”, “no me puede estar pasando a mí”, “no puede ser que haya suspendido este examen” (por ejemplo).
La siguiente sería:
- El enfado y la negociación. Es una de las más habituales, enfadarse muchísimo con el resultado de una prueba o examen y acto seguido intentar reclamar o negociar el resultado.
Y después vendría:
- La tristeza. Los momentos de bajón, de sentirse incompetente, “es que no valgo para esto” y todas esas expresiones que llegan cuando empezamos a asumir el resultado, la pérdida.
Estas tres son las primeras reacciones negativas. Lo interesante es cuando conseguimos pasar de aquí y empezamos a probar con las siguientes, como por ejemplo:
- El periodo de prueba. Una vez superado el bajón, empezamos a aceptar y a asumir el resultado o “la pérdida” (estoy haciendo el gesto de comillas con los dedos al decir “pérdida”). Entonces es cuando podemos empezar a ver posibles soluciones o ideas que nos pueden aportar algo. Y nuestros pensamientos son parecidos a “voy a ver si haciendo esto…”. Probamos mentalmente otras posibilidades. Por ejemplo, empezamos a asumir que en esta audición hubo algunas cosas que podríamos cambiar y que quizás podríamos mejorar. O quizás el tipo de preparación que tuvimos. Pensamientos como “podríamos probar otras técnicas de estudio”, por ejemplo. O “si me apunto a este curso para desarrollar cierta habilidad, quizás pueda obtener resultados diferentes…”
Esto no lo digo para que os apuntéis a ningún curso… O bueno, sí, mejor aún, apuntaros a los de CoachingDeMusicos.com, que de momento son gratuitos, y así podéis probar algo diferente…
Bueno, la siguiente reacción, que sería:
- La aceptación. Cuando ya hemos pasado un tiempo en el periodo de prueba y hemos visto varias posibles soluciones o mejoras que podríamos incorporar. O incluso en nuestra propia rutina se ha instalado la actitud de buscar constantemente soluciones, diríamos que hemos aceptado la pérdida. En este momento es cuando vemos nuevos horizontes: nuevas audiciones, nuevos objetivos…
Y finalmente, llega la última fase, que sería la de:
- Crecimiento. Sería el momento en que dejamos de resistirnos definitivamente al cambio o a la pérdida. En esta última fase es en la que vamos a aprender de verdad de cada situación.
Me ha parecido muy interesante compartir con vosotros estas conclusiones, precisamente porque explican algo de lo que con otras palabras hablamos muy a menudo, que es: aprender de cada situación, de cada prueba, de cada momento, independientemente del resultado. Ver cada “fracaso” (entre comillas) como una “oportunidad para mejorar”.
¿Qué os parece si empezamos a dejar de lado esa concepción de “ganar o perder”, de “éxito o fracaso”, y simplemente pensamos en intentar, aprender, mejorar, evolucionar, crecer…?
Y, ¿qué os parece si os digo que para cualquier cosa que queráis comentar, estaré aquí a tan solo un click de distancia? Porque ya sabéis que “todo esto solo tendrá sentido si es exactamente lo que vosotras y vosotros queréis”.
Así que espero vuestros comentarios, ya sea en Facebook, en las reseñas de iTunes, en los comentarios de iVoox o directamente en coachingdemusicos.com/contactar.
Volvemos mañana jueves a partir de las 7:11 de la mañana con el famoso Diagrama de Gantt.
Hasta entonces: ¿que nuevos intentos y aprendizajes tenéis hoy por delante? ¡QUE PASÉIS UN BUEN DÍA!