Un nuevo jueves para hablar de productividad. Y hoy nos centramos en una de las partes más importantes del trabajo si queremos ser eficaces y eficientes, o sea productivos. ¡Hablamos de los descansos! Y en concreto de los descansos del músico. ¿Podemos descansar? ¿Lo merecemos? ¿ Nos beneficia? ¿Cómo lo hacemos?
Enlaces y notas del episodio
- Página de podcasts
- Página del blog
- Todos los cursos
- Registro gratis en fase beta durante el mes de septiembre
- Formulario de contacto para feedback
- Facebook de Coaching De Músicos
Transcripción del episodio completo:
Los descansos del músico
Muy buenos días! Bienvenidas y bienvenidos a Coaching De Músicos
… el podcast en el que hablamos sobre conceptos, hábitos, técnicas, estrategias, conductas, habilidades y competencias del coaching pero enfocadas esta vez a la enseñanza musical y la vida del músico en general.
Porque sí, ¡los músicos también tenemos vida! Y aunque a veces se nos olvide, detrás de cada instrumento hay una persona! Así que vamos a dedicar un poco de tiempo cada día a hablar de esa persona, a hablar de ti: de tus necesidades, aspiraciones, deseos, ambiciones, valores, creencias, miedos, frustraciones… y todo lo que esté en nuestra mano. ¡Esto es Coaching De Músicos!
Jueves 25 de octubre de 2018, ya falta poco para acabar el mes, y llegamos al episodio número 39, en el que de nuevo hablaremos de productividad. Y hoy nos centramos en una de las partes más importantes del trabajo si queremos ser eficaces y eficientes, o sea productivos. ¡Hablamos de los descansos! Y en concreto de los descansos del músico. ¿Podemos descansar? ¿Lo merecemos? ¿ Nos beneficia? ¿Cómo lo hacemos?
Pero antes, dejadme que os recuerde que toda la información, el podcast, el blog, las sesiones, los cursos online y todo lo que necesitéis, lo podéis encontrar en CoachingDeMúsicos.com.
Ya sabéis que el precio de la suscripción a los cursos sigue en 1€/mes, por pocos tiempo, mañana viernes sabremos exactamente hasta cuándo. Así que echadle un vistazo a la web y si os interesa de lo que hablamos en el podcast y los cursos que están por venir… aprovechad y registraros ahora y tendréis ese precio para siempre.
Mientras queráis continuar, porque aquí no hay permanencia ni explicaciones!
Bueno, pues sí, hoy es jueves… ¿Sabéis que los episodios de los jueves son de los más descargados? Junto a los de «consejos prácticos» de los lunes. Imagino que son las cosas que vais viendo que más rápidamente podéis incorporar a vuestras rutinas. O quizás la gente busca sobre productividad y encuentra estos episodios antes que otros.
Luego, no muy lejos están los de coaching puro de los viernes, que intuyo que tendrá que ver también con las búsquedas en Google.
Cuando llevemos unos cuantos episodios más, igual llegando al 100 (que será después de Navidades), os enviaré una primera encuesta cortita para ver cómo vamos enfocando esto.
En todo caso, si esto es cierto quiere decir que os interesa la productividad, así que ¡vamos allá!
A lo largo de todos estos jueves, que con este serán 8 ya hablando de productividad, hemos tratado temas de gestión de proyectos, como el Diagrama de Gantt, de organización personal con Time Blocking, de agrupar tareas o aprovechar los ratos muertos para ahorrar tiempo, de controlarlo o de evitar perderlo.
Pero hasta hoy, aún no habíamos hablado de una de las cosas más importantes si queremos ser verdaderamente productivos: LOS DESCANSOS. O como mucho alguna vez os he comentado que yo programo los descansos como eventos en mi calendario, como parte del trabajo. Pero siempre sin entrar en detalle. Pues hoy es el día de hablar de ello.
Ya sé que muchas veces nos han dicho eso de «si estás cansado no rindes igual», «hay que descansar para pensar con más claridad las cosas», «descansa tu mente». ¿Pero cuánto caso hacemos a esto?
Voy a empezar por mí mismo, cuando estaba en el conservatorio o en la academia como estudiante, podía pasar… no sé, 8 o 10 horas al día estudiando. Llegaba el fin de semana y reservaba para volver a estudiar. Si había un festivo, también. Y si algún día no podía estudiar, estaba pensando en que debería estar estudiando, porque si no no rendiría igual la semana siguiente.
¿Habéis pasado por algo así? ¿o estáis en una situación así, que no paráis de estudiar todo el tiempo?
Y la siguiente pregunta (la que yo tardé mucho tiempo en hacerme a mí mismo) sería, si de verdad todo ese tiempo lo estaba aprovechando o si una buena parte de él estaba cansado, física o mentalmente, y no rendía lo que hubiera podido rendir en la mitad del tiempo pero bien descansado.
¿Qué pensáis que contestaría, por ejemplo un deportista a esta pregunta? ¿Es importante descansar para recuperarse de un día para otro en los entrenamientos? ¿Es necesario tomarse unos días de descanso de vez en cuando? ¿Es importante dormir bien para estar mejor al día siguiente? Bien en cuanto a cantidad de horas y en cuanto a calidad de sueño.
Pues nosotros, como músicos, tenemos principalmente dos facetas o dos partes que trabajamos cada día y que se agotan: la parte física y la parte mental. Y las dos necesitan descanso.
Seguro que a todos y a todas os suena esa situación en la que después de irte a las tantas una noche a casa sin conseguir que un pasaje salga claro, lo dejas, vuelves al día siguiente y en 5 minutos está resuelto el pasaje. Evidentemente, no es que al día siguiente seamos más listos o toquemos mejor, solo es que no estamos tan cansados. Entonces… ¿para qué todo ese tiempo la noche anterior?
En la parte física nos parecemos un poco más a los deportistas de los que hablábamos. Además, enseguida notamos que estamos cansados físicamente, o que nos duele una parte de nuestro cuerpo, o que la estamos sobrecargando (aunque a veces no le hagamos mucho caso, y acabemos lesionados).
Pero es la parte mental la que más me preocupa. Porque no estamos muy acostumbrados a hacerle caso, a notar el cansancio. Incluso es posible que hayamos tenido profesores que nos hayan animado a estudiar más y más, aunque estemos cansados, aunque ya no nos vaya la cabeza, aunque estemos mentalmente agotados. Y en todo ese tiempo, no solo no habremos avanzado en nuestros objetivos, sino que posiblemente hayamos retrocedido, o al menos si nos hemos quedado igual, habremos perdido mucho tiempo que podríamos haber dedicado a nuestra vida personal: a aficiones, deportes, lectura, cine, copas o cualquier otra cosa.
Porque cuando hablamos de descansar, no implica irse a casa y tumbarse en el sofá (que a veces está bien). Se trata de descansar de la actividad concreta que estamos haciendo, por ejemplo, tocar el cello. Si estamos todo el día tocando el violoncello, podemos descansar yendo a hacer deporte (que suena raro porque corriendo te cansas más, claro, pero se trata de descansar del cello en este caso, de la postura, del movimiento repetitivo y sobre todo de la concentración que requiere estar estudiando frente al instrumento).
Y ya que es jueves y hablamos de productividad, directamente podéis meteros esta frase en la cabeza si queréis: «si estáis menos cansados o cansadas, seréis más productivos o productivas». ¿A que suena evidentísimo?
¿Por qué es esto?
Porque aunque tengamos muy estructurado nuestro calendario, con todos los bloques claros y todas las tareas repartidas, para poder llevarlas a cabo vamos a necesitar tener intacta nuestra capacidad de atención para concentrarnos en esas tareas. Estas son las palabras importantes: capacidad de atención.
Ya hablamos en el episodio 31 sobre la concentración, como la función cognitiva que se basa en mantener conscientemente la atención de manera continuada sobre algo concreto y por un tiempo determinado. Y decíamos que si practicábamos la atención consciente durante esas sesiones de estudio que convertíamos en conciertos, seguramente acabaríamos más cansados.
Dicho al revés, si estamos cansados, nuestra capacidad de atención disminuye, así que no estaremos concentrados o tan concentrados como podríamos estar si estuviéramos frescos.
Y además de esa concentración, también necesitamos la energía necesaria para sacar el máximo partido a lo que estamos haciendo, en nuestro caso era… tocar el cello, estudiar un concierto de cello.
Tipos de descanso – tiempos de descanso
Podríamos hacer una clasificación por tipos de descanso, o por el tiempo que dedicamos a descansar en relación al tiempo de estudio.
Primero os los enumero todos para tenerlos controlados, que los tengo aquí en una lista, y luego os voy contando sobre cada uno. Tendríamos los siguientes descansos:
- Pausas cortas cada hora
- Pausas más largas a mediodía o por la tarde
- Sueño durante la noche
- Días de descanso en la semana
- Varios días libres juntos en un mes
- Vacaciones cada trimestre o curso
Pausas cortas cada hora
Para el primer caso, las pausas cortas cada hora, hay una técnica que se llama «Técnica Pomodoro«, que dice que cada 25 minutos hay que descansar 5. Se llama así por esos relojes de cuenta atrás que se usan en la cocina para controlar los tiempos de cocción o del horno. Así que se trataría de poner una cuenta atrás y cuando suena después de estos 25 minutos, descansar durante otros 5.
Yo no lo hago así exactamente (aunque la idea de poner una alarma o un cronómetro sí la he probado y en algunos casos me ha venido muy bien para obligarme a parar).
Lo que yo hago son horas de 50 minutos. Cada cosa que programo para hacer en una hora (tanto en el estudio del instrumentos como lectura o trabajo de ordenador) la hago durante 50 minutos y descanso 10. En esos 10 minutos me levanto, estiro un poco la espalda, bebo algo. Sobre todo me muevo del sitio.
Me viene mejor así porque normalmente, tanto estudiando como trabajando en mis proyectos, parar a los 25 minutos de empezar me cortaría mucho el ritmo, no tengo tareas tan cortas que pueda parar. En cambio en 50 minutos ya da para tocar y aprovechar el tiempo o para tirar adelante otras tareas de gestión. Y en todo caso, la pausa de 10 minuto no es tan larga como para perder del todo el hilo. Simplemente estirarse un poco, tomar algo y volver con energía.
Dicen en muchos artículos que «está demostrado» que descansar no solo se trata de dormir, que las pausas cortas y muy a menudo durante el día nos hacen renovar energía, reactivar nuestro cerebro y continuar con más atención y más motivación. Yo no he encontrado el estudio que diga «cómo está demostrado esto», pero hablando de mi experiencia, sí puedo deciros que he notado la diferencia, de rendimiento y de cansancio al final del día.
Pausas más largas a mediodía o por la tarde
Por otra parte. En las pausas más largas nos referíamos a las que hacemos para almorzar, comer o merendar, por ejemplo. La Técnica Pomodoro dice también que con ese ritmo de 25 minutos y 5 de pausa, cuando llegas a 2 horas la pausa debería ser de 20 a 30 minutos.
En mi caso, media hora para tomar un té a media mañana, por ejemplo, me viene muy bien. O si estoy en casa, aprovecho ese rato para recoger un poco la cocina o hacer alguna tarea de la casa, así desconecto, me muevo, a veces escucho algo de música o de noticias, y vuelvo al trabajo.
Sueño durante la noche
Este caso es evidente. Solo convendría tener en cuenta que descansamos las horas mínimas necesarias. E intentar que el sueño sea reparador. En cuanto a esto, lo que más se comenta es que si has hecho pequeños descansos durante el día, llegarás menos cansado a la noche. Y también que si es posible deberíamos alejar la hora de sueño del final del estudio o del trabajo, para desactivarnos un poco antes de dormir. Si no, puede ser difícil dormirse.
Días de descanso en la semana
Este es un tema conflictivo entre músicos con los que he hablado. Muchas veces no nos permitimos parar de tocar un domingo entero, por ejemplo. Muchos músicos mantienen la creencia de que si paras un día pierdes rendimiento, y peor aún, que habrá otros u otras que no paren y te estarán adelantando en esa carrera «no sé hacia dónde o contra quién».
Mi experiencia (y lo más recomendado en otros campos) es que parar el fin de semana o al menos un día entero de vez en cuando es muy beneficioso.
Evidentemente, puede que tengamos una prueba o un examen la semana siguiente y no queramos parar de tocar todo el día. Pero en ese caso puede bastar con estudiar un poco por la mañana del sábado, hacer un poco de técnica, repasar pasajes, y entonces sí cambiar de actividad el resto del día.
O en el peor de los casos, como dice el convenio de muchas orquesta, si no se puede respetar el día libre cuando toca, pues cuando pase la circunstancia que sea, se acumularán los días libres, se cogen todos juntos.
Vacaciones cada trimestre o curso
Y la vacaciones en el trimestre o en la temporada, pues son lo que estamos habituados, solo que los músicos no las hacemos porque acabamos estudiando más para aprovechar que no tenemos tanto trabajo, o trabajando más.
En cuanto esto, yo aconsejé una vez a algunos alumnos no tocar una nota en todo el mes de agosto, y la verdad es que otros profes se me tiraron un poco encima pero… lo cierto es que no puedo estar más convencido de que viene bien hacerlo de vez en cuando. Y sea como sea, luego no hacen falta tantos días para ponerse a tono cuando llega septiembre. Si se programa bien la vuelta se puede recuperar el ritmo pronto y además habremos descansado y disfrutado del tiempo libre.
Descansad
La conclusión es… si queréis ser más productivos, ¡descansad! Descansad del instrumento o de la actividad que estéis haciendo habitualmente y cambiar por otra.
Mañana es viernes, y si recordáis todos los viernes os digo al final del episodio «descansad, coger fuerzas, recargar las pilas…». Pero eso será mañana.
De momento, durante el día de hoy, podríais empezar a probar con esas pequeñas pausas cada poco tiempo. Y para la semana que viene me contáis qué tal os ha ido.
Porque recordad que “todo esto solo tendrá sentido si es exactamente lo que vosotras y vosotros queréis”.
Así que espero vuestros comentarios, ya sea en Facebook, en las reseñas de iTunes, en los comentarios de iVoox o directamente en coachingdemusicos.com/contactar.
Y nos escuchamos de nuevo mañana a partir de las 7:11
Hasta entonces ¡MUY BUENOS DÍAS!