Un nuevo comienzo de semana con uno de esos consejos prácticos para aplicar en nuestro día a día sin darle muchas vueltas al coaching. Una de esas cosas que si las pensamos y creemos que pueden sernos de utilidad, nos costará muy poco ponerlas en práctica. Hoy hablamos de compartir, nuestro conocimiento, nuestros recursos, nuestras ideas… Porque compartir es sinónimo de mejorar.
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Transcripción del episodio completo:
Compartir es mejorar
Muy buenos días! Bienvenidas y bienvenidos a Coaching De Músicos
… el podcast en el que hablamos sobre conceptos, hábitos, técnicas, estrategias, conductas, habilidades y competencias del coaching pero enfocadas esta vez a la enseñanza musical y la vida del músico en general.
Porque sí, ¡los músicos también tenemos vida! Y aunque a veces se nos olvide, detrás de cada instrumento hay una persona! Así que vamos a dedicar un poco de tiempo cada día a hablar de esa persona, a hablar de ti: de tus necesidades, aspiraciones, deseos, ambiciones, valores, creencias, miedos, frustraciones… y todo lo que esté en nuestra mano. ¡Esto es Coaching De Músicos!
Hoy es lunes 29 de octubre de 2018 y en este episodio número 41, hablamos de uno de esos consejos prácticos para aplicar en nuestro día a día sin darle muchas vueltas al coaching. Una de esas cosas que si las pensamos y creemos que pueden sernos de utilidad, nos costará muy poco ponerlas en práctica. Hoy hablamos de compartir: nuestro conocimiento, nuestros recursos, nuestras ideas… Porque compartir es sinónimo de mejorar.
Pero antes, dejadme que os recuerde que toda la información, el podcast, el blog, las sesiones, los cursos online y todo lo que necesitéis, lo podéis encontrar en CoachingDeMúsicos.com.
Como os dije el viernes, esta es la última semana para registrarse con ese precio de 1€/mes para siempre, porque la próxima semana empezaremos a publicar el segundo de los cursos con todo su contenido y el precio subirá por un tiempo a 2€/mes. Así que echadle un vistazo a la web y si os interesa de lo que hablamos en el podcast y los cursos que están por venir… aprovechad y registraros ahora para mantener ese precio.
Mientras queráis continuar, esto sí, porque aquí no hay permanencia ni explicaciones.
¿Cómo estáis? ¿Cómo empieza la semana? Bueno, está empezando justo ahora, para mí hace un par de horitas. Y esta semana pinta muy bien, tengo un par de cosas que me hacen mucha ilusión. Y además tenemos por ahí algunas fiestas que siempre nos dan un poco de vidilla, ¿no? Tanto en España como en América Latina. Así que espero que la empecéis con tanta energía como yo.
Hoy es de nuevo un capítulo improvisado, o cambiado a última hora, diríamos. Porque estos días he conocido a algunas personas muy interesantes, relacionadas con el coaching en concreto, y me ha venido de nuevo a la cabeza algo de lo que ya en algún momento creo que os hablé muy por encima, y de lo que hablaremos muchas veces, creo.
Hoy hablamos de compartir con los demás. No me refiero a nuestras posesiones, a las cosas que tenemos, sino a lo que sabemos, lo que hacemos, las ideas que tenemos, lo que aprendemos.
Y ¿sabéis por qué? Porque vamos a aprender muchísimo más.
Y seguramente, en el mundo de la música, no será una cosa a la que estéis muy acostumbrados, ¿no? Quizás tenéis o habéis tenido compañeros o compañeras con los que comentáis cómo van las cosas en el estudio diario o en el trabajo. Pero muchas veces, por la experiencia que he tenido yo y por toda la gente con la que he hablado de esto, somos muy recelosos con lo que tenemos, con lo que aprendemos, con los consejos o los «trucos» (entre comillas) que recibimos.
De hecho, posiblemente os hayáis visto en la situación de estar calentando antes de una prueba, estar junto a otros aspirantes, y sentir un poco esa cosa de no querer mostrar demasiado lo que hacemos. O vemos a alguien que hace las cosas diferentes, a nuestro juicio incorrectas, pero no le decimos nada… claro, porque se va a presentar a la misma prueba, con lo que «mejor no ayudarle», ¿no?
Pasa mucho también con los proyectos que se nos ocurren, si tenemos una idea genial para presentar un concierto o un programa de un festival en alguna institución. O una idea para nuestro recital.
O incluso lo más rastrero, si salen plazas en algún sitio, no se ha enterado mucha gente y pretendemos no decirlo mucho para que no se entere más gente y así tener más posibilidades.
Todas estas son situaciones, que no digo que vosotros y vosotras hayáis protagonizado, pero que existen en el mundo de la música, y que seguramente hayáis vivido de una manera o de otra. Y suelen responder a esa visión competitiva que también está muy extendida en nuestro mundo.
Pues os voy a contar una historia.
Hace unos años tuve la ocasión de ir a hacer unas pruebas para un puesto en la Orquesta Filarmónica de Qatar (Qatar Philharmonic, en Doha). Y de los que hicimos la inscripción, seleccionaron a unos cuantos para ir a tocar la semana anterior a la orquesta, para contratarnos por una semana como colaboradores en la orquesta, y de esa manera nos pagaban el viaje y era mucho más fácil para nosotros ir a hacer la audición.
Y allí conocí a varios percusionistas de distintas partes del mundo, y entre ellos me reencontré con un viejo conocido de mi primera etapa en Londres, cuando empecé a ir a recibir clases en la Roya Academy.
Bien, pues durante esos días que estábamos trabajando, teníamos que estudiar, claro, porque teníamos la audición a la semana siguiente. Y este viejo amigo, Eddy, propuso que hiciéramos algunas sesiones de estudio conjuntas, los que quisiéramos, o que tocáramos el uno para el otro y que todos nos aconsejáramos. Cosa que de primeras nos sorprendió bastante a todos. Quizás es algo que haces en tu escuela con tus compañeros, pero cuando vas a una prueba con desconocidos, tampoco hay mucha gente que tenga esa actitud de querer hacer cosas conjuntas. Más bien cada uno va a la suya.
Incluso, hablando con algún otro compañero, me comentaba sus dudas sobre lo que pretendía exactamente Eddy con eso, si sacarnos información, si encontrar cosas que mejorar para sus audiciones…
El caso es que la primera vez que nos juntamos (los 4 que finalmente quisimos hacerlo), a los 2 minutos ya nos habíamos dado cuenta de que Eddy no pretendía guardarse nada para él, ni coger ideas, ni ver cómo tocábamos cada uno, ni copiar nada. Solo pretendía que todos (los tres chicos y la chica que estábamos ahí) aprendiéramos el máximo el uno del otro. Él mismo iniciaba los debates, exponía sus argumentos para hacer cada cosa, lo que le habían dicho sus profesores siempre, lo que había aprendido en sus experiencias, si notaba algo en lo que estábamos cometiendo algún error claro, o si en la sala donde íbamos a tocar no se escuchaba bien alguno de los pasajes (por las baquetas o por la articulación)… En definitiva, él tenía toda la intención de darnos todo lo que pudiera y a la vez aprender de nosotros y de lo que pudiéramos decirle a él.
Y todo esto, recuerdo, unos días antes de audicionar todos para una sola plaza, además la plazo con el mayor sueldo que he visto en mi vida y con las mejores condiciones laborales.
¿Qué pensáis, que Eddy hizo bien o mal compartiendo lo que él sabía? Por cierto, ni él ni yo fuimos seleccionados para ese puesto.
Pero para todos y todas las que nos volvimos a casa unos días después sin obtener la plaza, había dos opciones:
- Intentar cada uno hacer su camino, sin compartir ni mostrar mucho a los demás, para que nadie nos copiara nada, y también sin aprender mucho más de lo que ya sabíamos o lo que pudiéramos experimentar allí.
- Compartir todo lo posible con los demás y volver, no solo con nuestra experiencia en esa prueba, sino con la de los demás, con los consejos de varios profesores y de varias escuelas diferentes en el mundo. Y con la sensación de que habíamos aprovechado mucho más el viaje de lo que esperábamos.
Yo creo que Eddy en ese caso tenía claro que cuando compartes, cuando muestras lo que sabes, lo pones a disposición de los demás y aprendes a ser generoso (y no receloso) con los demás, lo que recibes es mucho más de lo que das. Aprendes más, experimentas más, conoces mejor las ideas y los argumentos de cada uno y tienes muchas más cosas que contar la próxima vez que lo hagas…
Por eso el consejo de hoy es: COMPARTIR CON LOS DEMÁS LO QUE HACÉS, LO QUE SABÉIS.
Me refiero a dejar de lado esa competitividad o ese sentimiento de que es mejor no dar pistas, no ayudar a los «rivales» o a los que optan a lo mismo. Porque en el fondo, por mucho que a veces las plazas se deban decidir en favor de una persona o de otra, lo que podéis ganar es muchísimo más (tanto si además conseguís el puesto o si no).
Y en cuanto a mí… pues ya sabéis que yo he empezado este proyecto, Coaching De Músicos, hace un par de meses y que voy poco a poco avanzando en él. Un poco menos rápido de lo que al principio planeé, pero con varios compromisos y metas muy ambiciosas que harán avanzar mucho el proyecto y a mí mismo aprender muchísimo por el camino.
Y claro, no voy a deciros una cosa y no hacerla, o hacer la contraria. Igual que he hecho durante mucho tiempo en mi carrera como percusionista, me propongo lo mismo en este proyecto. Soy consciente de que hay varios coaches dedicados a la música, con otras experiencias y con otras cosas que ofrecer. Así que, aquí viene la novedad para la semana que viene:
Durante los 5 episodios de la semana que viene, que serán del 46 al 50, oiréis 5 entrevistas a diferentes coaches que enfocan su trabajo a la música y a los músicos. Ya he estado grabando algunas entrevistas y otras estarán en estos días. Así podréis conocerles y escucharles, en esas entrevistas en las que compartimos puntos de vista y experiencias.
No es que 50 episodios de un podcast sea una cifra estratosférica, pero es en la que estaremos la semana que viene y me hace ilusión llegar a un número redondo así, que además implica que llevaré 50 días hablándoos de temas diferentes relacionados con el coaching. Así que me parece bonito celebrarlo y compartirlo con estos 5 compañeros y compañeras, que además nos van a contar cosas muy interesantes.
Yo estoy encantado de haber conocido a los que ya he conocido y a los que quedan. Y además creo que todos podemos aportarnos un poquito de nuestra experiencia o de nuestras ideas para que en general todo este campo avance. Y os aseguro que solo hablar con ellos y con ellas (porque hay hombres y mujeres) ya ha sido un gran aprendizaje.
Y por supuesto, me encantará saber qué os parece la idea y las entrevistas. Porque ya sabéis que “todo esto solo tendrá sentido si es exactamente lo que vosotras y vosotros queréis”.
Así que espero vuestros comentarios, ya sea en Facebook, en las reseñas de iTunes, en los comentarios de iVoox o directamente en coachingdemusicos.com/contactar.
Mañana es martes, y volveremos a comentar alguno de esos aspectos relativos a la enseñanza musical, como todos los martes. Así que nos escuchamos a partir de las 7:11 de la mañana.
Mientras tanto, ¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!