¡Feliz Navidad! Y para celebrar este día, volvemos con un episodio dedicado a nuestras metas. Al fin y al cabo, de eso trata el coaching, de perseguir (y alcanzar) nuestras. Esto puede ser aplicable a nuestras metas como profesores, a las de nuestros alumnos y alumnas o a nuestro propios planes de futuro en nuestra carrera.
Ver en iTunes · Ver en iVoox · Ver en SpotifyEnlaces y notas del episodio
- Página de podcasts
- Página del blog
- Todos los cursos
- Registro en los cursos
- Formulario de contacto para feedback
- Facebook de Coaching De Músicos
Transcripción del episodio completo:
Sin perder de vista la meta
Muy buenos días! Bienvenidas y bienvenidos a Coaching De Músicos
… el podcast en el que hablamos sobre conceptos, hábitos, técnicas, estrategias, conductas, habilidades y competencias del coaching pero enfocadas esta vez a la enseñanza musical y la vida del músico en general.
Porque sí, ¡los músicos también tenemos vida! Y aunque a veces se nos olvide, detrás de cada instrumento hay una persona! Así que vamos a dedicar un poco de tiempo cada día a hablar de esa persona, a hablar de ti: de tus necesidades, aspiraciones, deseos, ambiciones, valores, creencias, miedos, frustraciones… y todo lo que esté en nuestra mano. ¡Esto es Coaching De Músicos!
Hoy es 25 de diciembre de 2018. ¡Es Navidad! y llegamos al episodio 82. Y para celebrar este día, volvemos con un episodio dedicado a nuestras metas. Al fin y al cabo, de eso trata el coaching, de perseguir (y alcanzar) nuestras. Esto puede ser aplicable a nuestras metas como profesores, a las de nuestros alumnos y alumnas o a nuestro propios planes de futuro en nuestra carrera.
Pero antes, dejadme que os recuerde que toda la información, el podcast, el blog, las sesiones, los cursos online y todo lo que necesitéis, lo podéis encontrar en CoachingDeMúsicos.com.
Aquí estoy de nuevo, después de unos días sin voz, para agradeceros vuestra participación en la encuesta sobre el próximo curso. Ya sabemos cuál va a ser. Os lo desvelo estos días. De momento, solo os recuerdo que lo podréis ver en coachingdemusicos.com a partir de enero. Ya sabéis, suscribiros antes de que empiece para mantener el precio actual!
Bueno, lo primero es lo primero. Estoy aquí después de unos días de silencio, simplemente porque la semana pasada me quedé totalmente si voz. Lo cual, para una persona que graba un podcast diario es muy guay. Algo tenía grabado de antes, como la charla con Miguel Galdón del miércoles pasado. Pero el resto de días, es que me fue absolutamente imposible decir hablar. Volví de Bilbao muy tocado de la garganta y al día siguiente ya no podía ni hablar.
Espero que me disculpéis en todo caso estos de silencio.
Pero bueno, eso no quiere decir que no vayan a estar los episodios que faltan. De hecho, he estado preparando cada día el episodio, no he estado demasiado malo, simplemente sin voz, así que los voy a grabar ahora (en cuanto acabe este), aunque sea aún con esta media voz, y los pondré en su fecha, con su número y todo.
Y sí, ya sé que podría dejarlo pasar, que esto le puede pasar a cualquiera y que no me vais a odiar toda la vida si faltan 3 o 4 episodios. Pero el tema es que… el objetivo sigue en pie, la meta está clara. (¿Recordáis? mi meta de publicar 250 episodios hablando de coaching en esta temporada).
Y no hay nada grave que me impida hacerlo, además tengo tiempo ahora para grabarlos, así que en breve los tendréis.
Además, será divertido, si escucháis uno de esos capítulos antes que este y no entendéis nada hasta que lleguéis aquí. Bueno, a ver qué referencia hago…
En fin, vamos con el tema de hoy, que bueno, tiene mucho que ver con lo que acabo de decir, con la meta, con nuestros objetivos. Concretamente el episodio de hoy trata sobre «no perder de vista la meta».
Igual que os digo que mi meta sigue clara para final de esta temporada (en cuanto a los episodios del podcast), os digo también que he pasado por momentos de duda, de pensar si podría alcanzar esa meta, si de verdad era necesario hacer los 250, si podría recuperar estos, o si debía o no recuperarlos…
En esos días, tengo que decir que el haber recibido algunos mensajes vuestros (tanto preguntando si estaba bien, al no salir los episodios), como simplemente comentando o preguntando cualquier otra cosa, ha sido definitivo para volver al camino, para «no perder de vista esa meta».
¿Qué es lo que pasa con los objetivos?
Pues lo que pasa es que los objetivos y las metas son… como el código binario. ¿Sabéis esos códigos, que se componen solo de 0 y 1? Pues en los objetivos pasa eso, que o lo has alcanzado o no lo has alcanzado. No existe un «lo he alcanzado a medias» o «un poco alcanzado».
Hemos hablado muchas veces de hacer que nuestros objetivos sean medibles para poder saber precisamente en qué medida los hemos alcanzado o no, o a qué distancia estamos. Pero aún así, para nuestra propia satisfacción, para nuestra subconsciente, está «conseguido» o «no conseguido».
Y eso nos sitúa constantemente en esa fase de pre-éxito que se llama. Que suponemos o esperamos que todo va a ir bien y que acabaremos alcanzando el objetivo, pero no lo hemos conseguido aún, esa especie de limbo. Y eso puede acabar frustrándonos, desmotivándonos…
De hecho, hay una frase famosa, del escritor Scott Adams que dice:
«Los perdedores tienen objetivos. Los ganadores tienen sistemas»
Scott Adams
La verdad es que no estoy muy de acuerdo con la frase así como suena, pero entiendo el significado. Tal como lo plantea Scott Adams, los objetivos tienen un punto final, y tienen ese carácter binario, de sí o no. Y lo que él llama «sistemas» es lo que podríamos decir también hábitos. Entonces habla de establecer esos sistemas, esas cosas que hacemos todos los días y que nos asegurarán alcanzar lo que deseamos.
Cambiando un poco la terminología, podríamos llegar a algún punto de acuerdo.
Por eso hemos hablado también muchas veces de los objetivos a corto y medio plazo, que si son relevantes para la meta final, nos ayudan a mantener la motivación, la concentración, el foco… Y que además nos mantienen en el camino correcto.
Pero hoy, además de eso, y justamente hoy que estamos en Navidad, quiero recordaros algo más profundo aún. Y es la propia meta. Y sobre todo qué sentido tiene esa meta.
En lugar de pensar de nuevo todos los pasos intermedios, todo lo que hemos programado, vamos a dar un salto en el tiempo y vamos a situarnos en ese momento, en el que hemos alcanzado la meta. Vamos a tener muy presente cuál es esa meta, qué hemos logrado, cómo nos sentimos, y sobre todo, para qué habíamos fijado esa meta, cuál era la motivación, el sentido de la meta.
Porque puede pasar, que estemos tan inmersos en el día a día, en todo lo que hacemos, y que de hecho lo tengamos todo muy bien programada. Pero si perdemos de vista esa meta y el sentido que tenía cuando la programábamos, podemos llegar a plantearnos si tiene sentido o no todo eso que estamos haciendo.
Ya sabemos que sí, que todo es relevante porque lo hicimos muy bien en la planificación. Pero vamos a recordarlo, a visualizarlo, a tenerlo muy presente.
En mi caso: llegar a publicar 250 episodios esta temporada no es porque tenga una simpatía especial por ese número (aunque sí, es más redondo que 246, por ejemplo). Se trata de que 250 episodios en una temporada significa escribir y publicar 1 episodio diario durante todo el año. Y eso significa aprender todos los días: a escribir, a hablar en público, a investigar… leer muchísimo y aprender sobre los temas de los que os hablo aquí. Y mejorar constantemente en todo eso.
Y ese bagaje de haberos hablado 250 veces de temas diferentes pero conectados cuando llegue agosto, es parte además de una meta más grande, de un aprendizaje mayor, en el que quiero continuar. Y este aprendizaje a su vez es parte de una meta mayor aún, que es compartir con vosotras y vosotros todo lo que aprenda. Y si es posible ayudar a cuantas más personas mejor en la medida en que pueda hacerlo. Dar todas las herramientas posibles a esos músicos que en algún momento puedan necesitarlas.
Así que cuando tengo dudas, cuando pienso que no pasa nada por dejar 3 o 4 episodios en blanco, recuerdo todo lo que estoy aprendiendo cada día gracias a este proyecto, lo que me falta por aprender aún, y luego os recuerdo a vosotras y vosotros, los comentarios que me enviáis y el interés que mostráis en las cosas que os cuento…
Y os aseguro que la meta vuelve a mostrarse totalmente centrada en el camino. Se acaban las dudas, las perezas, las frustraciones y todo lo demás.
Así que este es el mensaje para el día de hoy (que parece que he vuelto con ganas después de estos días): NO PERDAMOS DE VISTA LA META. Y sobre todo, NO PERDAMOS DE VISTA LO QUE SIGNIFICA LA META, el verdadero significado que encierra detrás de las palabras, las cifras o lo que hayamos marcado en nuestro Gantt y en nuestro calendario.
Y con esto y un roscón (roscón vegano, por supuesto), me despido por hoy. Os deseo a todas y a todos unos días estupendos de descanso, de familia o de lo que queráis hacer en estos días. Yo estaré por aquí cada día (si no pasa nada raro) contándoos más cosillas sobre esto del coaching, de las habilidades y los objetivos de los músicos.
Y hablando de todo lo que queráis, porque ya sabéis “todo esto solo tendrá sentido si es exactamente lo que vosotras y vosotros queréis”.
Así que espero vuestros comentarios de Navidad, ya sea en Facebook, en las reseñas de iTunes, en los comentarios de iVoox o directamente en coachingdemusicos.com/contactar. Además, ya sabéis que podéis escuchar Coaching de Músicos en Spotify y añadirlo a vuestro corazoncito verde.
Nos escuchamos de nuevo mañana a partir de las 7:11 de la mañana.
Y hasta entonces, ¡FELIZ NAVIDAD Y MUY BUENOS DÍAS!